EL BLOG DE JAVIER

DÍA 11 DE SEPTIEMBRE DE 2013.



domingo, 12 de mayo de 2013

EL PAPADO

 
Verdaderamente resulta complicado hacer una reseña (no tengo otra pretensión) del origen e historia del papado. No son pocas las ocasiones en que diversas facciones o grupos cristianos han justificado “su verdad” dentro de la misma fuente; la Biblia, y a la hora de aceptar o no al Papa de Roma la primacía universal sobre toda la cristiandad, nos encontraremos con que en ambos supuestos se recurre a la interpretación bíblica. Por estas razones, he decidido dejar de lado los aspectos bíblicos, ya que estos deberían ser objeto de un análisis más pormenorizado que aquí, hoy, no tiene cabida.

He preferido buscar en las fuentes de la historia, que me parecen más fiables y desprovistas de dogmas que en la mayoría de las ocasiones solo han sido creados por el hombre. No puedo ponerme a discutir dogmas de fe (Dios me libre), pero si puedo exponerles modestamente una serie de hechos que me parecen veraces y libres de cuestiones interpretativas.

La Iglesia católica Romana sostiene que el apóstol Pedro fue el primer papa porque Jesucristo le dio el derecho al primado y delegación papal en virtud de las palabras que le dijo a una pregunta suya: “¿Y vosotros quien decís que soy yo?”, a lo que Pedro contestó: “Tu eres el Cristo, el hijo del Dios viviente”, y Jesús le respondió: “Bienaventurado eres, Simón, porque esto no te lo ha enseñado ningún hombre, sino mi Padre, que está en los cielos, por eso te digo; Tu eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia, y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos”. 

En esta frase es donde se apoya la Iglesia Católica Romana para determinar que Pedro fue el primer papa, pero también los que no lo comparten. Según los primeros, identifica a Pedro con la roca y según los segundos, la Roca solo puede ser Dios y no un hombre, aunque fuera contemporáneo de Jesús. No entraré en tales disquisiciones, no sabría expresarles todos los argumentos en uno y otro sentido, aunque desde luego tengo mi opinión después de haber “bebido” todos los textos que han llegado a mis manos.

Si a dichas frases unimos la (por otros) cuestionada presencia del Apóstol en Roma, ya tenemos la piedra angular según la cual los Obispos de Roma justifican la preeminencia de la ciudad sobre todas las demás Iglesias.

A finales del siglo apostólico las Iglesias eran independientes entre sí, y era gobernada cada una de ellas por una junta de pastores, y entre ellos se le daba prioridad a uno. Posteriormente se le dio el título de obispo y a otros se les llamó presbíteros. La jurisdicción de los obispos cada día se hizo más grande.

No es hasta finales del siglo III que un obispo de Roma (Silvestre I /254-257) apela a la promesa de Pedro, y lo hizo en una disputa con otras iglesias sobre cual tenía la mejor tradición. No tuvo más éxito que Víctor I (186-189 ó 197-201) 50 años antes cuando intentó forzar autoritariamente una fecha uniforme romana para la Pascua sin respetar la independencia de las demás Iglesias. Tanto los obispos de Oriente como Occidente le pusieron en su sitio y seguían sin reconocer la soberanía de una Iglesia sobre otra.

A finales del siglo IV las iglesias y los obispos del cristianismo habían llegado a ser dominados desde cinco grandes centros: Roma, Constantinopla, Antioquía, Jerusalén y Alejandría, cuyos obispos habían llegado a ser llamados “Patriarcas”, de igual autoridad entre sí y teniendo cada uno pleno dominio en su provincia. Existía el obispo de Roma, pero nunca con primacía sobre los demás; en resumidas cuentas, no existía el papado universal, que por cierto tampoco es nombrado en texto sagrado ni hace referencia a la preeminencia de Roma ni a la sucesión de Pedro.

El papado y su poder espiritual no corresponden a las primeras comunidades cristianas, más bien son fruto de una evolución histórica y por lo tanto constituida poco a poco en el curso de la propia vida de la Iglesia y desde luego sin abstraerse de los acontecimientos político-históricos del transcurrir de los tiempos.

Durante los primeros 280 años, el cristianismo estaba prohibido y fue ferozmente perseguido, siendo no pocos los que sufrieron martirio y muerte por no renunciar a sus creencias.

Esto cambió después de la “conversión” de Constantino I el Grande, quien “legalizó” el cristianismo en el Edicto de Milán del año 313. Por lo tanto, si queremos buscar los orígenes del papado debemos fijarnos en el siglo IV, momento en el que el cristianismo entró en contacto con las estructuras de poder del Imperio Romano, contagiándose de las estrategias de éste.

Si este cambio en el desarrollo del cristianismo pudiera ser positivo para la Iglesia, el resultado posiblemente no lo fuera tanto. Igual que Constantino se negó  a adoptar de lleno la fe cristiana y continúo con muchas de sus creencias y prácticas paganas, también la Iglesia cristiana que el Emperador promovió era una mezcla de verdadero cristianismo con el paganismo romano, y ya de paso, romanizo y “desjudaizó” ésta. Constantino permitió y promovió la “cristianización” de creencias paganas, y algunas de éstas, totalmente anti bíblicas, dieron nuevas identidades al cristianismo, y ejemplos hay muchos y claros.

Para ese tiempo, estaba perfectamente claro quien tenía la primacía legal en la Iglesia: el Emperador. Él era el Pontífice Máximo (Título Romano) y tenía el monopolio de la legislación en asuntos eclesiásticos. Era la autoridad suprema judicial y administrativa, y fue el Emperador quien incorporó la Iglesia católica al Estado. Sin consultar a nadie y en base a su suprema autoridad, él y nadie más, convocó el Primer Concilio Ecuménico en Nicea, y allí asentó leyes eclesiásticas.

Incidimos en que el papado romano no se edificó en un día, pero a partir del momento histórico descrito, los Obispos de Roma de los siglos IV y V son conscientes del poder que disfrutan por la proximidad al Emperador y desarrollan todos sus actos encaminándolos hacía la primacía universal que pretendían.

La supremacía del obispo romano fue creada con la ayuda de los Emperadores Romanos, ya que siendo la ciudad el centro de gobierno del Imperio y mientras los Emperadores vivían en ella, Roma se levantó como preeminente en todas las facetas de la vida. Constantino y sus sucesores dieron su apoyo al Obispo de Roma como supremo gobernante de la Iglesia por puro interés político, ya que la unidad de poder y religiosa era conveniente que estuviera centralizada. Por estos motivos, la idea de la universalidad del Obispo de Roma fue de crecimiento lento y combatida denodadamente a cada paso por gran parte del mismo cristianismo, siendo muchos los Obispos que se resistieron a ella. San Agustín, (también Agustín de Hipona o Aurelius Agustinus) (354-430), el más importante teólogo de occidente, no daba valor a la primacía universal del obispo de Roma.

En el Concilio de Constantinopla (381), una de las medidas tomadas fue la de delimitar las provincias eclesiásticas, prohibiendo a cada una de ellas interferir en los asuntos de otra. También, se declaró Constantinopla como la “nueva Roma”.

Todos los cismas y las divisiones del cristianismo han sido creadas, prácticamente, por la disconformidad de muchas Iglesias con respecto a la supremacía del Obispo de Roma, pero de eso ya hablaremos en otro artículo cuando demos una somera explicación de que diferencia a las diferentes Iglesias cristianas.

A continuación os muestro una tabla con los nombres de los diferentes papas en la que reseñaremos unos datos históricos relativos a cada uno de ellos que arrojarán luz acerca de cuan humanos han sido, con lo que conlleva de santidad o  de reproche. Han existido Papas buenos y Santos, pero también tenemos la historia del papado jalonada de seres viles y despreciables, totalmente amorales e indignos de la pretensión de representar a Cristo y su mensaje. Pensar que dichos sujetos han sido elegidos papas en una “sucesión apostólica” de inspiración divina, es motivo más que suficiente para comprender el motivo por el que el cristianismo está tan dividido.

 Al final pondré unos datos resumidos acerca de algunos acontecimientos o hechos que damos por sabidos sin haber llegado a conocerlos, como por ejemplo los “estados pontificios”, las indulgencias,  antipapas, Estado del Vaticano, etc.
 
 
LOS PAPAS


PERIODO
NOMBRE
OBSERVACIONES
42-67
San Pedro
Considerado primer papa. MARTIR
67-78
S. Lino
MARTIR
78-91
S. Anacleto/Cleto
MARTIR
91-100
S. Clemente I
MARTIR
100-109
S. Evaristo
MARTIR
109-119
S. Alejandro I
MARTIR
119-127
San Sixto I
MARTIR
127-139
San Telesforo
MARTIR
139-142
San Higinio
MARTIR
142-157
San Pio I
MARTIR
157-168
San Aniceto
MARTIR
168-177
San Sotero
MARTIR
177-192
San Eleuterio
MARTIR
Esta relación ha llegado a través de una lista publicada por San Ireneo en una obra suya (Contra las herejías) publicada alrededor del año 180.
192-201
S. Víctor I
MARTIR
202-218
S. Ceferino
MARTIR
218-222
S. Calixto I
MARTIR
223-230
S. Urbano I
MARTIR
230-235
S. Ponciano
MARTIR
235-236
S. Antero
MARTIR
236-250
S. Fabián
MARTIR
251-250
S. Cornelio
MARTIR
251-268
Novaciano
ANTIPAPA (Ver Nota en epígrafe “Antipapas”)
253-254
S. Lucio I
MARTIR
254-257
S. Esteban I
MARTIR
257-258
S. Sixto II
MARTIR
259-268
S. Dionisio
MARTIR
269-274
S. Félix
MARTIR
275-283
S. Eutiquiano
MARTIR
283-296
S. Cayo
MARTIR
296-304
S. Marcelino
Injustamente declarado apóstata y expulsado. Fue MARTIR en tiempos de la persecución de Diocleciano.
307-309
S. Marcelo
MARTIR
310-311
S. Eusebio
Desterrado por el Emperador Majencio. MARTIR
311-313
S. Melquiades
MARTIR
 
En el año 313 se promulga el Edicto de Milán por el cual el cristianismo es permitido; terminan las persecuciones. Según la tradición, se considera mártires a todos los Obispos de Roma anteriores a la publicación del Edicto. Muchos son los cambios que se producen a partir del contacto con el poder.



PERIODO
NOMBRE
OBSERVACIONES
313-335
S. Silvestre
 
336-336
S. Marcos
 
337-352
S. Julio I
 
352-366
Liberio
 
355-365
Félix II
ANTIPAPA (Ver Nota en epígrafe “Antipapas”)
366-384
S. Dámaso I
Hijo de sacerdote
366-367
Ursino
ANTIPAPA (Ver Nota en epígrafe “Antipapas”)
385-398
S. Siriceo
 
399-401
S. Anastasio I
Padre del siguiente papa (Inocencio I)
401-417
S. Inocencio I
Hijo del papa anterior.
417-418
S. Zósimo
 
418-422
S. Bonifacio I
 
418-419
Eulalio
ANTIPAPA (Ver Nota en epígrafe “Antipapas”)
422-432
S. Celestino
 
432-440
S. Sixto III
 
440-461
S. León I Magno
 
461-468
S. Hilario
 
468-483
S. Simplicio
 
483-492
S. Félix III
Hijo de Sacerdote. Tuvo 2 hijos y es ancestro de 2 papas,
492-496
S. Gelasio I
 
496-498
S. Anastasio II
Hijo de sacerdote
498-514
S. Simaco
 
498-505
Lorenzo
ANTIPAPA (Ver Nota en epígrafe “Antipapas”)
514-523
S. Hormisdas
Padre de un futuro papa (Silverio I). Hombre muy rico
523-526
S. Juan I
 
526-530
S. Félix IV
 
530-532
S. Bonifacio II
 
530-533
Dioscoro
ANTIPAPA (Ver Nota en epígrafe “Antipapas”)
533-535
S. Juan II
 
535-536
S. Agapito I
Nieto del papa Félix III
536-537
Silverio
Hijo del papa Hormisdas. Fue destronado
537-555
Virgilio
 
555-561
Pelagio I
 
561-574
Juan III
 
574-578
Benedicto I
 
578-590
S. Pelagio II
 
590-604
S. Gregorio I
 
604-606
Sabiniano
 
607-608
S. Bonifacio III
 
608-615
S. Bonifacio IV
 
615-618
S. Deodato
 
618-625
Bonifacio V
 
625-638
Honorio I
 
640-640
Severino
 
640-642
Juan IV
 
642-649
Teodoro I
Hijo de Obispo
649-655
S. Martín I
Juzgado y depuesto. Flagelado y deportado
655-657
S. Eugenio I
 
657-672
S. Vitalino
 
672-676
S. Deodato II
 
676-678
Dono I
 
678-681
S. Agatón
 
682-683
S. León II
 
684-684
S. Benedicto II
 
685-686
S. Juan V
 
686-687
Conon
 
687-687
Teodoro
ANTIPAPA (Ver Nota en epígrafe “Antipapas”)
687-692
Pascual
ANTIPAPA (Ver Nota en epígrafe “Antipapas”)
687-701
S. Sergio I
 
701-705
Juan VI
 
705-707
Juan VII
 
708-708
Sisinio
 
708-715
Constantino
 
715-731
S. Gregorio II
 
731-741
S. Gregorio III
 
741-752
S. Zacarías
 
752-752
Esteban II
Falleció sin ser consagrado
752-757
Esteban III (II)
 
757-767
S. Paulo I
 
768-772
Esteban IV (III)
 
772-795
Adriano I
 
795-816
S. León III
 
816-817
S. Esteban V (IV)
 
817-824
S. Pascual I
 
824-827
Eugenio II
 
827-827
Valentín
 
827-844
Gregorio IV
 
844-847
Sergio II
 
847-855
S. León IV
Entronado a la fuerza y en contra de su voluntad
855-858
Benedicto III
 
COMIENZA LO QUE SE HA DADO EN LLAMAR “PERIODO NEGRO DEL PAPADO”
858-867
S. Nicolás I
 
867-872
Adriano II
Casado. Oculta a su esposa e hija en el Palacio de Letrán. Posteriormente son raptadas y asesinadas.
872-882
Juan VII
Apresado por su guardia, azotado y asesinado con un martillo
882-884
Marino I
 
884-885
S. Adriano III
Asesinado
885-891
Esteban VI (V)
Depuesto por Formoso
891-896
Formoso
Un sucesor suyo (Esteban VI), a instancias de Lamberto de Spoletto (Rey de Italia y Emperador carolingio) manda desenterrar su cadáver, vestirlo con ornamentos papales y someterlo a juicio. Declarado culpable es despojado de vestiduras y se le arrancan los dedos con que impartía las bendiciones. Se anulan todas las decisiones de su pontificado y se arroja su cadáver al Tiber.
896-896
Bonifacio VI
 
896-897
Esteban VII (VI)
Estrangulado y asesinado por la muchedumbre
897-897
Romano
 
897-898
Teodoro II
 
898-900
Juan IV
 
900-903
Benedicto IV
 
903-903
León V
Asesinado en prisión
903-904
Cristóbal
 
COMIENZA LO QUE SE HA DADO EN LLAMAR “PERIODO DE LAS RAMERAS”, O “DE LOS FORNICADORES”, O “PORNOPAPADO”
904-911
Sergio III
Amante de la famosa Marozia. Ésta y su madre (Teodora), llenaron la silla papal de amantes e hijos bastardos.
911-913
Anastasio III
Nombrado por Teofilacto I (Senador) y su esposa Teodora
913-914
Landon
Igual que el anterior
914-928
Juan X
Igual que los anteriores. Primero en ponerse al frente de un ejército. Hizo valer su poder ante la nobleza.  
928-929
León VI
Breve pontificado. Muere asesinado por orden de Marozia
929-931
Esteban VIII(VII)
Papa elegido por Alberico II, hijo de Marozia
931-936
Juan XI
Hijo ilegítimo de Marozia y el papa Sergio III
936-939
Esteban IX (VIII)
Papa elegido por Alberico II, hijo de Marozia
942-946
Marino II
Papa elegido por Alberico II, hijo de Marozia
946-955
Agapito II
Papa elegido por Alberico II, hijo de Marozia
955-964
Juan XII
Muere por paliza recibida por parte del marido de su amante
963-965
León VIII
ANTIPAPA
FINALIZA EL PERIODO MENCIONADO ANTERIORMENTE
964-965
Benedicto V
Depuesto por el Emperador Otón I y exilado.
965-972
Juan XIII
Sobrino de Marozia impuesto por Otón I.
973-974
Benedicto VI
Propuesto por Otón I, a la muerte de éste, Crescencio I promueve un motín y lo encarcela. Nombran a Bonifacio VII, quien lo encarcela y manda estrangular.
974-974
Bonifacio VII
Nombrado por primera vez. Sicco de Spoletto llega a Roma como enviado del nuevo Emperador Otón II. El papa huye a Constantinopla, donde se lleva parte del tesoro del Vaticano.
974-983
Benedicto VII
Propuesto por Otón II. Prohíbe la simonía (compra de cargos eclesiásticos)
983-984
Juan XIV
Al fallecer el Emperador, Bonifacio VII aprovecha, llega a Roma y lo encarcela en el castillo de Sant´Angelo, donde muere por inanición o envenenado.
983-984
Bonifacio VII
Nombrado por segunda  vez Asesino de dos papas. Murió asesinado y su cadáver fue mutilado y arrastrado por las calles de Roma, siendo depositado a los pies de la estatua de Constantino.
985-996
Juan XV
Hijo de sacerdote
996-999
Gregorio V
 
999-1003
Silvestre II
Posible falsificador de las donaciones de Constantino
1003-1003
Juan XVII
Abdica y muere siendo monje. Estuvo casado antes de tomar las órdenes y tuvo 3 hijos obispos.
1004-1009
Juan XVIII
 
1009-1012
Sergio IV
 
1012-1024
Benedicto VIII
 
1012-1012
Gregorio
ANTIPAPA
1024-1033
Juan XIX
Sucesor de Benedicto VII (eran hermanos). Era Cónsul y Senador laico. Para poder ser nombrado papa (mediante soborno), en un solo día recibió todas las órdenes sagradas hasta obispo. Practicó la simonía como norma de su pontificado.
1033-1044
Benedicto IX
Hecho papa a los 14 años (lo fue tres veces). Su padre, Alberico III, compró a la Curia para su nombramiento. Depuesto por un capitán romano.
1045-1045
Silvestre III
Nombrado mediante pago por la familia de los Crescencios. Benedicto IX lo declara antipapa y lo depone. Se le retira la dignidad de obispo y recluye en un monasterio.
1045-1045
Benedicto IX
Por segunda vez. En mayo abdica para casarse, vendiendo el pontificado por 1500 libras de oro a su sucesor.
1045-1046
Gregorio VI
Intentó reformar la Iglesia debido al permanente escándalo en el que vivía, pero fue obligado a abdicar por Enrique III (Rey Alemán) por no fiarse éste de él debido a sus prácticas simoníacas.
1046-4047
Clemente II
 
1047-1048
Benedicto IX
Por tercera vez. Atacó Roma y fue aceptado por el clero para evitar derramamiento de sangre. La familia de los Crescencios no lo permitió y estalló una guerra entre las dos facciones. Al final depuesto se retiró como Monje.
1048-1048
Dámaso II
 
1048-1054
S. León IX
 
1054-1057
Víctor II
 
1057-1058
Esteban X (IX)
 
1058-1060
Benedicto X
Algunos lo consideran ANTIPAPA. Depuesto por sospechas de simonía. Después de varias guerras es derrotado.
1059-1061
Nicolás II
Convoca un sínodo en el que excomulga a los sacerdotes casados que no repudiasen a sus esposas.
1059-1061
Alejandro II
 
1058-1060
Honorio II
ANTIPAPA
1061-1072
S. Gregorio VII
Invistió a la Iglesia de suprema autoridad ante las intervenciones de la nobleza en el último siglo. Su nombre era Hildebrando Albotrandeschi. Su reforma se ha dado en llamar Reforma Gregoriana.
1080-1100
Clemente III
ANTIPAPA
1086-1087
Víctor III
 
1088-1099
Urbano II
 
1099-1118
Pascual II
 
1100-1100
Teodorico
ANTIPAPA
1102-1102
Alberto
ANTIPAPA
1105-1111
Silvestre IV
ANTIPAPA
1118-1119
Gelasio II
 
1119-1124
Calixto II
 
1122-1122
Celestino II
ANTIPAPA
1124-1130
Honorio II
 
1130-1143
Inocencio II
 
1130-1138
Anacleto II
ANTIPAPA
1138-1138
Víctor IV
ANTIPAPA
1143-1144
Celestino II
 
1144-1155
Lucio II
Disuelve el Senado de Roma y se enfrenta en guerra con Arnaldo de Brescia. En los combates es alcanzado por una piedra y muere.
1145-1153
Eugenio III
 
1153-1154
Anastasio IV
 
1154-1159
Adriano IV
Único papa inglés. Permite a Enrique II apropiarse de Irlanda en base a la falsa donación de Constantino.
1159-1181
Alejandro III
 
1181-1185
Lucio III
 
1185-1187
Urbano III
 
1187-1187
Gregorio VIII
 
1187-1191
Clemente III
 
1191-1197
Celestino III
 
1198-1216
Inocencio III
Instituye la inquisición
1216-1227
Honorio III
 
1227-1241
Gregorio IX
 
1241-1243
Celestino IV
 
1243-1254
Inocencio IV
 
1254-1261
Alejandro IV
 
1261-1264
Urbano IV
Fue Patriarca de Jerusalén
1265-1268
Clemente IV
 
1272-1276
Gregorio
 
1276-1276
Adriano V
 
1276-1277
Juan XXI
 
1277-1280
Nicolás III
Dante lo sitúa en la Divina Comedia en el infierno
1281-1285
Martín IV
 
1285-1287
Honorio IV
 
1288-1292
Nicolás IV
 
1294-1294
S. Celestino V
Dimitió
1294-1303
Bonifacio VIII
Su primer acto fue mandar encarcelar al papa dimisionario anterior hasta el día de su muerte.
1303-1304
Benedicto XI
 
CONTROL FRANCÉS DEL PAPADO
1305-1314
Clemente V
Traslada la sede del papado a Aviñón
1316-1334
Juan XXII
 
1334-1342
Benedicto XII
 
1342-1352
Clemente VI
 
1352-1362
Inocencio VI
 
1362-1370
Urbano V
 
1370-1378
Gregorio XI
En 1372 traslada la sede del papado a Roma
CISMA DE OCCIDENTE O CISMA PAPAL  (Ver nota epígrafe CISMAS)
1378-1389
Urbano VI
Su elección atípica provoca el cisma de Occidente
1389-1404
Bonifacio IX
 
1404-1406
Inocencio VIII
 
1406-1415
Gregorio XII
Renunció al papado para acabar con el cisma de Occidente
1379-1394
Clemente VII
ANTIPAPA. Cisma de Occidente Papa sede en Aviñón
1394-1423
Benedicto XIII
ANTIPAPA. Cisma de Occidente Papa sede en Aviñón y Peñíscola
1424-1429
Clemente VIII
ANTIPAPA. Cisma de Occidente Papa sede en Peñíscola
1409-1410
Alejandro V
ANTIPAPA. Cisma de Occidente Papa sede en Pisa
1410-1415
Juan XXIII
ANTIPAPA. Depuesto. Para tapar sus escándalos le envían de Obispo 4 años a Tusculum
RESTAURACIÓN LINEA PAPAL OFICIAL
1417-1431
Martín V
Restaurador línea oficial
1431-1447
Eugenio IV
 
1447-1455
Nicolás V
 
1455-1458
Calixto III
 
1458-1464
Pio II
 
1464-1471
Pablo II
 
1471-1484
Sixto IV
Nombró en cargos eclesiásticos a más de 25 familiares. Luchó contra los excesos de la Inquisición pero la permitió y sancionó.
1484-1492
Inocencio VIII
Nombra a Tomás de Torquemada. Su papado es el del nepotismo, llegando a nombrar Cardenal a su nieto de 13 años
1492-1503
Alejandro VI
Vanozza de Catanei y Giulia Farnese eran sus amantes. Compra el papado.
1503-1503
Pio III
 
1503-1513
Julio II
Apodado el Terrible.  Enemigo de los Borgia
1513-1521
León X
Arzobispo a los 8 años y cardenal a los 13. Se inicia la reforma protestante
1522-1523
Adriano VI
 
1523-1534
Clemente VII
 
1534-1549
Pablo III
Reforma la corte papal para evitar abusos. Nombró Cardenales a dos de sus nietos. Aprueba la fundación de la Compañía de Jesús
1550-1555
Julio III
 
1555-1555
Marcelo II
 
1555-1559
Pablo IV
 
1559-1565
Pio IV
 
1566-1572
S. Pio V
 
1572-1585
Gregorio XIII
 
1585-1590
Sixto V
Crea la Guardia Suiza
1590-1590
Urbano VII
 
1590-1591
Gregorio XIV
 
1591-1591
Inocencio IX
 
1592-1605
Clemente VIII
Hace Cardenal a un sobrino de 15 años
1605-1605
León XI
 
1605-1621
Pablo V
 
1621-1623
Gregorio XV
Establece las reglas de los Cónclaves
1623-1644
Urbano VIII
 
1644-1655
Inocencio X
 
1655-1667
Alejandro VII
 
1667-1669
Clemente IX
 
1670-1676
Clemente X
 
1676-1689
Inocencio XI
 
1689-1691
Alejandro VIII
 
1691-1700
Inocencio XII
 
1700-1721
Clemente XI
 
1721-1724
Inocencio XIII
 
1724-1730
Benedicto XIII
 
1730-1740
Clemente XII
 
1740-1758
Benedicto XIV
 
1758-1769
Clemente XIII
 
1769-1774
Clemente XIV
En 1773 firma la abolición de la Compañía de Jesús
1775-1799
Pio VI
 
1800-1823
Pio VII
 
1823-1829
León XII
Condenó toda libertad y tolerancia religiosa.
1829-1830
Pio VIII
Restablece a los Jesuitas.
1830-1846
Gregorio XVI
 
1846-1878
Pio IX
Decretó la infalibilidad papal en el Concilio Vaticano I
1878-1903
León XIII
 
1903-1914
S. Pio X
 
1914-1922
Benedicto XV
 
1922-1939
Pio XI
Papa de las Encíclicas (escribió 30) y de los Concordatos. Firma el tratado de Letrán con Mussolini
1939-1958
Pio XII
Ferviente anticomunista. En contra de lo dicho en algunas ocasiones condenó el nazismo y escribió una encíclica que en Alemania solo pudieron leer clandestinamente.
1958-1963
Juan XXIII
Llamado el papa Bueno convoca el Concilio Vaticano II
1963-1978
Pablo VI
 
1978-1978
Juan Pablo I
 
1978-2005
Juan Pablo II
 
2005-2013
Benedicto XVI
 
2013-
Francisco
 


  NOTAS BREVES

 
INFALIBILIDAD PAPAL: Fue instituida en el año 1873 (18 de julio) en el Concilio Vaticano I presidido por el papa de entonces PIO IX. Según las conclusiones del mismo, en su cuarta sesión, se aprueba la constitución dogmática “Pastor Aeternus” sobre la Iglesia de Cristo que declara el dogma de la infalibilidad papal. Muchos lo vieron como una osadía, ya que otorgaba a un hombre la facultad de no equivocarse, cuestión ésta que sería un atributo exclusivo de Dios. Es un dogma declarado por la Iglesia y los católicos deben creerlo.
 
SIMONÍA: En el cristianismo es el pecado que consiste en «la deliberada voluntad de comprar o vender por un precio temporal una cosa espiritual o aneja a algo espiritual». Incluye cargos eclesiásticos, sacramentos, etc.
R.A.E.-Compra o venta deliberada de cosas espirituales, como los sacramentos y sacramentales, o temporales inseparablemente anejas a las espirituales, como las prebendas y beneficios eclesiásticos.
 
ANTIPAPA: Según la R.A.E., un antipapa es “el hombre que no está canónicamente elegido papa y pretende ser reconocido como tal”.
Término exclusivo perteneciente al ámbito de la Iglesia católica con el que se designa a la persona que, sin haber sido elevada a la silla de San Pedro como establecen las normas del derecho canónico, usurpa la jerarquía y atribuciones del verdadero pontífice, pretendiendo ser reconocido como tal.
Existe cierta dificultad para establecer exactamente el número de antipapas debido a la gran cantidad de casos y particularidades que se dieron en cada uno de los presuntos antipapados. De hecho, por las circunstancias políticas e históricas de cada momento, ni siquiera los contemporáneos de cada caso llegaban a saber de forma cierta cuál de los dos lo era. La definición de antipapa no se refiere a personas que adjuraran de la fe o por disensiones doctrinales. Por ejemplo, el antipapa Novaciano murió martirizado en la época del Emperador Valeriano I por no adjurar de su fe.
La Iglesia, como no podía ser de otra forma, siempre estuvo inmersa en las diferentes situaciones sociales, políticas y culturales de cada época, y por lo tanto mezclada con los diferentes poderes laicos (Imperio, Monarquía, Nobleza, familias de poder, etc.). La fortaleza del poder laico hizo que la Iglesia tuviera que plegarse en muchas ocasiones a sus deseos, o que alguna parte de ésta quisiera hacerlo para favorecer a determinadas facciones de poder. Eso trajo sus consecuencias.
De una somera revisión, podríamos decir que hubo dos clases de antipapas; primero, aquellos que en tiempos difíciles creyeron que su elección era canónicamente legítima, haciendo valer sus derechos de buena fe y que no tuvieron más remedio que someterse a las decisiones de un concilio posterior. Segundo, un grupo de obstinados religiosos que murieron convencidos de la legalidad de su elección que en la mayoría de las ocasiones se producía con la intervención de los poderes laicos.
Por último, señalar que hasta bien avanzada la edad media la Iglesia no se preocupó por establecer unas normas jurídicas y canónicas precisas que regulasen con claridad el papel del papa y su elección.
 
LAS INDULGENCIAS
 Según el catecismo, la Indulgencia es la remisión de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a su culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los Santos.
La indulgencia no implica el perdón del pecado, lo que ofrece es una eximición temporal de la falta cometida, la cual puede ser terrenal o producirse en el purgatorio después de la muerte. El papa, los cardenales y los obispos son las autoridades eclesiásticas para concederla. Se hace a cambio del compromiso de asumir diferentes acciones o rituales por parte de los interesados.
La indulgencia no es uno de los sacramentos de la Iglesia, pero tiene un aspecto fundamental en su doctrina, ahora venido a menos. Aunque parezca que es un concepto teológico secundario, jugó un papel muy importante en acontecimientos históricos posteriores, ya que fue uno de los motivos que llevaron a Martín Lutero al enfrentamiento con Roma.
Independientemente de los desacuerdos en la interpretación puramente teológica, en el siglo XVI fue escandalosa la concesión de indulgencias a cambio de dinero, llegando a causar verdadero escándalo.

LOS ESTADOS PONTIFICIOS
Se conocen como estados pontificios aquellos territorios del centro de Italia (con capital en Roma), que desde el año 752 conformaron un estado independiente bajo la autoridad del papa.
El primero en reconocer estas prerrogativas fue el Emperador Justiniano I mediante la “Pragmática Sanción de 554” en la que reconocía el derecho a los estados papales de poseer un ejército.
Creyentes y Emperadores de la cristiandad fueron engrandeciendo los territorios mediante donaciones a la iglesia, que fue creciendo en extensión territorial. En el año 750, el Rey Pipino el Breve cede al papa los terrenos que los lombardos habían conquistado al Imperio Bizantino, y lo hace a cambio de que el papa lo sancione como rey y utilizando un documento (La Donación de Constantino) que no era más que una burda falsificación tal y como quedó demostrado en el año 1440 por el humanista Lorenzo Valla. Todos estos territorios estaban dispersos por Italia y otros países, lo que concedió a los papas poder civil y político además del religioso.
Al acabar la dinastía carolingia, Berengario II, rey de Italia, amenaza las posesiones papales y Otón el Grande (Rey alemán) acude a la llamada del papa, quien lo corona como emperador del sacro imperio romano germánico en 962. Otón ratifica los privilegios territoriales papales mediante el “Privilegium Othonis”.
Siendo papa Inocencio II, en 1143 Arnaldo de Brescia comanda un levantamiento popular que pone en riesgo la hegemonía papal sobre los territorios, obligando a la Iglesia a que renunciara a su poder en dichos lugares. Roma se separa declarándose república independiente. Posteriormente, Federico Barbarroja (Rey alemán), devuelve al papa Adriano IV el control de los estados pontificios.
Bajo el papado de Inocencio III, los estados pontificios, hasta entonces en el centro de Italia, se extienden al norte de ésta gracias a la herencia que deja a la santa sede la condesa Matilde de Toscana. La lucha contra los albigelenses hizo que se cediera a Roma la Provenza por parte de Raimundo IV de Tolosa.
Casi todos los territorios anexionados estuvieron en poder del papa hasta 1797, cuando los ejércitos de napoleón los invadieron, creando la República Romana. El papa Pio VII recuperó el poder sobre los territorios en 1801, y durante el Congreso de Viena de 1815 se le restituyeron casi todas las posesiones manteniendo la zona bajo vigilancia austriaca.
La disolución de los estados pontificios tuvo lugar en 1870, tras la unificación italiana de Víctor Manuel II, que anexionó los territorios romanos al naciente país. El poder del papa quedó reducido al Vaticano, territorio en el que los papas permanecieron como “prisioneros voluntarios” como un simbólico acto de protesta por la intervención italiana de sus territorios.

ESTADO DEL VATICANO
Después de 59 años desde la anexión del rey de Italia, en 1929 se firma el tratado de Letrán entre el papa Pio XI y Benito Mussolini, en los que la Iglesia reconocía la soberanía del estado italiano mientras que éste reconocía la soberanía de ciudad del Vaticano con sus 44 hectáreas de territorio independiente. Recomiendo leer algo sobre este Tratado de Letrán o Acuerdos Lateranenses para saber un poco más de los compromisos que adquirían cada una de las dos partes.
 
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